FANTAS; AMIGOS NO DESADOS

P R ES E N T E.

No he podido dormir como quisiera estos días gracias a ustedes amigos fantasmas. Llegan por las noches sin previo aviso, no tienen el mínimo respeto por lo que ni siquiera un saludo otorgan. Si bien no me han lastimado tampoco son de gran ayuda en mi vida, creo yo, pues siempre se presentan con todos los miedos que representan. En ocasiones, sin premura alguna, están a mi lado tratando de decirme la razón de su existencia pero yo, como si supiera que dicha razón me perjudicaría, pretendo evitar descifrar lo que me tratan de decir, intencionalmente o en ocasiones inconcientemente, entiendo por qué están ahí pero prefiero no afrontarlos.

Queridos amigos no dehesados, queridos fantasmas: no tengo la respuesta de por qué aparecen y por otro lado evito entender su existencia, les quiero decir que he encontrado la forma de no ser su amigo, la forma de tenerlos a raya y no verlos por momentos. La solución fue más fácil de lo que uno pudiera pensar. Por otro lado, sé que dicha solución es temporal y que lo mejor sería afrontarlos y vencerlos. Prefiero dicha solución temporal que sentarme a su lado, entenderlos y confrontarlos; no es que sea cobarde sino que en estos momentos no tendría el suficiente aplomo para comprender lo que representan, aún y cuando tengo idea del por qué de su existencia, prefiero mi solución temporal. En estos momentos no diré en qué comprende dicha solución, por motivos obvios, pero sé que ya están advertidos y que ustedes seguirán haciendo su trabajo sin mesura alguna.

Los próximos días serán difíciles ya que sé que estarán más presentes que nunca. Por mi parte, intentaré lidiar con ustedes mediante el arma que a todo ser humano le sirve para salir avante en todo momento: el orgullo. Podría ser ingenuo de mi parte creer que me libraré de ustedes para siempre o en todo momento, pero al menos, en ocasiones, servirá para que ustedes sepan que existe resistencia y si bien todavía no soy capaz de vencerlos, al menos podré retenerlos sin que puedan perjudicarme más de lo acostumbrado.

Por último, quiero decirles que si bien no son de mi agrado, no por ser fantasmas sino por lo que representan, les agradezco el esfuerzo que hacen al ser el motivo de mi sufrimiento. Entonces amigos fantasmas, dejemos que todo transcurra conforme a los actos y deseos de cada quien para que al final de todo esto podremos constatar quién tiene la razón y, por supuesto, quién es el vencedor y vencido.

Les mando un saludo y quedo a su disposición (no por gusto sino por necesidad).

Su Víctima.

Luigi